lunes, 31 de agosto de 2009

Colombia aislada**


Una de las exigencias que hizo Álvaro Uribe cuando llegó a Bariloche a la cumbre de Unasur fue que la totalidad de los debates fuera transmitida en directo por televisión. Sus interlocutores accedieron y muchos observadores consideran que al Presidente le habría ido mejor si no le hubieran hecho caso. Porque a pesar del optimismo con que llegó y de la seguridad que tiene en sí mismo como expositor en circunstancias difíciles, en esta ocasión no le fue muy bien.

La verdad es que tal vez era imposible que le fuera bien. Uribe tenía la razón en términos de las preocupaciones de los colombianos, pero esas no eran las que tenían los Presidentes de los otros países de Unasur. Lo que ellos querían escuchar no era una exposición sobre los problemas domésticos del país, trágicos sin duda, sino sobre las implicaciones geopolíticas de la presencia de tropas norteamericanas en el vecindario.

Uribe trató de tranquilizarlos sobre ese punto, pero no lo logró. Su primer discurso fue una presentación sobria y bien documentada de lo que ha representado para el país el flagelo de medio siglo de violencia y recientemente del narcoterrorismo. Todo lo que dijo era verdad y dio ejemplos conmovedores de la barbarie a la que han llegado los grupos armados. Agregó que a eso se sumaba ahora un problema de consumo de estupefacientes que ponía en peligro el futuro de la juventud. Y reiteró una vez más lo que significaba que los subversivos pudieran refugiarse al otro lado de las fronteras para atacar a Colombia y regresar a la seguridad de sus guaridas en territorio extranjero. Registró su preocupación por el hecho de que ante todas esas evidencias la mayoría de los miembros de Unasur no considerara terroristas a las Farc y que en algunos casos hasta les diera tratamiento de aliados políticos.

Sobre la presencia de soldados norteamericanos en bases colombianas expresó una vez más la posición oficial del gobierno en el sentido de que no tenía propósito alguno diferente de combatir el narcoterrorismo, que no afectaba la soberanía colombiana y que no ponía en peligro a ningún país del continente.

La intervención fue escuchada con respeto, pero no pareció cambiar el punto de vista de ninguno de los presentes. Al fin y al cabo, era lo mismo que Uribe le había explicado a cada uno de ellos en la gira relámpago de hace unos días. Lo único que les importaba a ellos era el alcance de las bases. A Colombia, por el contrario, lo que le interesaba era que ese tema fuera tratado como parte de un paquete que incluyera el suministro de armas a grupos ilegales, la carrera armamentista en la región y los acuerdos militares de otros países. Pero al final de la sesión estos puntos terminaron siendo absolutamente marginales. Toda la cumbre gravitó en un punto: qué iban a hacer los gringos en Colombia.

En su segunda intervención, Uribe arremetió contra Chávez al traer a cuento sus amenazas guerreristas y su homenaje póstumo a 'Raúl Reyes'. Esto, que fue lo que más les gustó a los televidentes colombianos, fue mal recibido en Bariloche y le dio la oportunidad a Chávez de no contestar y presentarse como el moderado y el agredido, cuando siempre ha sido lo contrario. Cuando llegó el momento de la foto, la Presidenta de Argentina, Cristina Fernández, tuvo que arrastrar a Uribe para que se uniera al grupo, pues era evidente su disgusto con lo transcurrido. Posteriormente, el gobierno reclamó un triunfo alegando que se habían conseguido algunas importantes victorias. Entre estas estaban que logró incluir en la declaración la necesidad de fortalecer la lucha contra el terrorismo y el tráfico de armas, que no se relegara a la OEA y que no se rechazó el acuerdo con Estados Unidos. Sin embargo, para los que vieron toda la jornada en televisión, las concesiones que obtuvo Colombia dieron la impresión de haber sido aceptadas más como contentillo que por convicción, para que Uribe no quedara en el banquillo de los acusados.

Los discursos
A pesar de que no fue una encerrona porque Colombia contaba con algunos países que querían ayudarle, ninguno de los presentes estaba dispuesto a apoyar sin reservas la versión de las bases que ofrecía Álvaro Uribe. O más aun: ninguno de los Presidentes ve con buenos ojos la presencia militar de Estados Unidos en el continente.

Unos lo decían más de frente que otros. Evo Morales, hablando no tanto como jefe de Estado sino como líder indigenista cocalero, echó una perorata primaria contra el imperialismo yanqui, teñida de lucha de clases y de reivindicaciones históricas. Fue el más radical de todos los presentes y pidió abiertamente el rechazo a cualquier presencia militar norteamericana en el continente, propuesta que no prosperó.

Hugo Chávez estuvo más moderado que de costumbre y, aunque desplegó su carisma y su buen humor, esta vez no fue la estrella del día. Su intervención, sin embargo, sí aportó un elemento nuevo para los presentes. Fue el Libro Blanco del Comando de Movilidad Aérea de los Estados Unidos. En este se revelaba la necesidad que tenía Estados Unidos de tener acceso a algunas bases militares en Suramérica, como parte de la estrategia geopolítica de defensa nacional de ese país. Algunos apartes de ese documento impactaron en el recinto. La base de Palanquero, en Colombia, fue descrita como un punto estratégico clave para la "movilidad" de las plataformas norteamericanas. Aunque el documento no es secreto y estaba en Internet, nadie contradijo a Chávez en su afirmación de que el acuerdo tenía más alcance para Estados Unidos que la simple lucha contra el narcoterrorismo colombiano.

La impresión que el Presidente venezolano le dejó al auditorio era que la versión oficial del gobierno colombiano era solamente la mitad de la historia. Las bases obviamente van a ser utilizadas en la lucha contra el narcoterrorismo y sin duda le servirán a Colombia en ese propósito. Pero también constituían una ficha muy importante en el ajedrez geopolítico de lo que él denomina el "imperio".

Leyó párrafos y párrafos de diversos documentos oficiales del gobierno de Estados Unidos. La mayoría eran incomprensibles para el televidente raso. Pero también aparecían frases que aparentemente le daban la razón. Se afirmaba que desde Palanquero podían salir aviones enormes de transporte C-17 que podrían cubrir todo el continente menos el Cabo de Hornos sin tener que tanquear, se agregaba que desde ese punto de enlace también se podría llegar al África. Se registraba que en Brasil había un sitio óptimo para otro punto estratégico, que era la ciudad de Recife, pero que por la relación política que hay en la actualidad con ese país no se tiene acceso a ese lugar.

La presentación que hizo Chávez de que la cooperación de Colombia y Estados Unidos era un elemento de "la plataforma global de dominación del imperio" fue considerada exagerada por los términos utilizados, pero la connotación de que había intereses estratégicos y militares norteamericanos en el acuerdo sí caló en el auditorio.

La medalla de oro en términos de oratoria se la llevó Rafael Correa, que con verdades, medias verdades y exageraciones refutó prácticamente todos los argumentos de Uribe. Los puntos centrales de su intervención fueron que la lucha contra Estados Unidos es un fracaso y ellos son las víctimas y no los victimarios del fenómeno de la violencia en Colombia. Algunos de estos elementos no eran nuevos, pero el Presidente ecuatoriano estaba inspirado, su discurso estuvo lleno de frases efectistas, a tal punto que logró el único aplauso de toda la reunión cuando mencionó que gracias a bases militares extranjeras se pudo llevar a cabo el ataque británico contra las Malvinas en una invasión que todo el continente repudió menos Estados Unidos, el Chile de Pinochet y Colombia.

Cristina Fernández actuó más como anfitriona que como expositora de fondo, pero en lo poco concreto que dijo dio muestras de que su corazón estaba en el bando de Hugo Chávez y Correa.

Los neutrales fueron Perú, Chile y Brasil. Alan García estuvo a la altura de su reputación de gran orador. Como en el pasado y como aliado de Estados Unidos, apoyó a Colombia. Pero este apoyo fue relativo, pues le introdujo el elemento adicional de la verificación de las bases por parte de los miembros de Unasur, lo cual era casi seguro que el gobierno de Colombia no aceptaría. Michelle Bachelet estuvo neutral y amistosa, pero su intervención fue bastante floja y su exceso de diplomacia la llevó a un callejón sin salida: no dijo nada de impacto.

Y Lula, cuya nueva posición como líder de América Latina lo ha convertido en el hombre que tiene la última palabra, estuvo lúcido, profundo y constructivo. Respaldó a Colombia a través de su apoyo vehemente a la teoría del respeto a la soberanía nacional, pero agregó que para tranquilidad de todos era necesaria una garantía jurídica de Colombia y de Estados Unidos de que ninguna de las actividades llevadas a cabo desde esas bases iría más allá de las fronteras colombianas.

Tal vez su mayor aporte fue hacer una reflexión histórica sobre las relaciones de América Latina con el Primer Mundo y registrar cómo en el pasado los países latinoamericanos se tenían desconfianza los unos a los otros y para su seguridad buscaban alianzas con Estados Unidos o con Europa. Ahora, según él, hay una nueva realidad del siglo XXI, que es la solidaridad del continente y la independencia frente a potencias externas. Y, quedó claro, Brasil se va a encargar de liderar ese nuevo paradigma.

Pudo ser peor
En este último punto que tocó Lula radica el verdadero meollo del asunto. Durante el medio siglo que duró la Guerra Fría, prácticamente todos los gobiernos latinoamericanos eran aliados de Estados Unidos para evitar la llegada del comunismo. La OEA fue creada precisamente para eso y su principal objetivo era evitar la expansión de la revolución cubana que tenía simpatizantes en todos los sectores de izquierda del continente y amenazaba con extenderse como una mancha de aceite.

El héroe de ese momento era Kennedy, e iniciativas como la Alianza para el Progreso lograban neutralizar en gran parte el sentimiento antiyanqui que siempre, en una u otra forma, ha estado presente en América Latina. Y que se fue engendrando en la región debido a las innumerables intervenciones militares y económicas de Estados Unidos en el continente.

En esas décadas representaba el peligro la figura rebelde de Fidel Castro, cuyas conquistas revolucionarias y carisma personal aterrorizaban a las clases dirigentes, Ese espectro pareció haberse desvanecido al desaparecer el comunismo después del colapso de la Unión Soviética y al caer el muro de Berlín.

Por lo anterior no deja de llamar la atención que la cumbre de la semana pasada en Bariloche parecía ser la gran victoria final del agonizante Fidel Castro. Como el Cid Campeador, quien derrotó a sus enemigos después de muerto, Castro en su sudadera azul debió sentirse muy satisfecho de ver a la mayoría de los jefes de Estado latinoamericanos utilizar la misma retórica antiimperialista que él creó y rechazar cualquier tipo de presencia de Estados Unidos en el continente bolivariano.

Lo paradójico de todo este viraje a la izquierda y de esta bola de nieve antiyanqui es que coincide con la llegada a la Casa Blanca de Barack Obama, el Presidente más progresista que ha tenido Estados Unidos en la historia reciente.

Se podría decir como conclusión de la cumbre de Unasur que pudo haber sido mucho peor. Que se evitó un cruce de insultos o una condena contra Colombia. Que al final todos hablaron de paz y de solidaridad con el país. Y que sin duda alguna le fue muy bien ante los televidentes colombianos, pero ante los Presidentes que asistieron a la cumbre no tanto. La otra realidad es que Uribe salió tan aislado como había llegado. En ese contexto, sigue siendo el niño diferente. Lo que más le interesaba a Colombia, que era la condena al intervencionismo de Chávez, no sucedió y el tema prácticamente no se tocó. Hubo muchas relaciones públicas, pero no hubo cambio de puntos de vista. Uribe llegó con la razón, pero no se fue con la victoria.

**Tomado de revista semana: http://www.semana.com/noticias-nacion/colombia-aislada/127954.aspx

viernes, 28 de agosto de 2009

La seguridad desata un plan social y operativo


Juan Guillermo Duque. Medellín-Publicado el 28 de agosto de 2009

La creación del Consejo Municipal de Seguridad y de un grupo especial para combatir las bandas criminales, igual que la reestructuración del 123, son las principales estrategias del Plan de Seguridad y Convivencia presentado ayer por el alcalde Medellín, Alonso Salazar.

La estrategia, presentada en el colegio Eduardo Santos para rendirle un homenaje a Colacho, el joven asesinado el pasado lunes y quien le rapeaba a la paz, es una política integral enfocada en lo social y en lo operativo.

Con ésta se busca frenar los principales problemas que la comunidad, de la mano de las autoridades, ha detectado y priorizado: homicidios, casas de vicio, hurtos, intimidación y presencia de combos en algunas zonas y barrios de la ciudad.

El alcalde resumió esta política integral de seguridad en tres temas: la necesidad de que toda la sociedad esté activada contra la violencia. "No estamos enfrentando un enemigo externo ni a la guerrilla que se puede bombardear, sino los jóvenes que están en los barrios matándose entre ellos mismos y creo que si la sociedad actúa sobre ellos puede evitar mucha parte de esas muertes", dijo.

En segundo lugar está la institucionalidad con la reafirmación de un conjunto de estrategias sociales que abran caminos a las familias que tienen a jóvenes involucrados en estas circunstancias y conjuntamente buscar una solución y recuperarlos de la violencia.

Y en tercer lugar, fortalecer la operatividad y la justicia penal para que no exista impunidad.

"Le jugamos a una concepción integral privilegiando la prevención pero insistiéndole a la gente que el Estado tiene que actuar de manera decidida frente a quienes ejercen la violencia", explicó el alcalde.

Las medidas no son solo la conformación del Consejo Municipal de Convivencia, de una brigada especial y de reestructurar la línea de emergencias 123, sino también involucrar a las comunidades, colegios e industrias.

Además se van a realizar 21 encuentros por la vida, uno en cada comuna y corregimiento de la ciudad, entre el 7 y el 13 de septiembre, para informar sobre las medidas, escuchar a las comunidades y definir compromisos que permitan hacer intervenciones efectivas.

Más oportunidades
Se intervendrán sitios que la misma comunidad identifique como críticos que facilitan el accionar delictivo con mejoramiento de iluminación y arreglos físicos.

Se ampliarán los programas específicos de jóvenes como clubes juveniles, guías ciudadanos, fuerza joven, los de escolarización, jóvenes con futuro y Fondo EPM.

Desde hoy mismo se pondrá en funcionamiento una oficina para entregar información sobre todas las oportunidades que tiene un habitante de la ciudad que escoja la legalidad.

Se crearán nuevas zonas seguras como las existentes en el Barrio Colombia y Belén. Se incrementarán los operativos especiales en los sectores donde se presenta aumento de criminalidad.

Se combatirá con dureza las rentas criminales con el decomiso de máquinas tragamonedas y ataque a expendios de droga, y continuará la extinción de dominio de casas de vicio.

Se implementará, si es necesario, la restricción de circulación de menores de edad y de horarios a los establecimientos comerciales.

En este tema el alcalde de Medellín anunció que debido al hecho de que el fin de semana pasado no se presentó ningún homicidio en el 12 de Octubre, se levantó en una hora la restricción a los establecimientos comerciales de este sector, que era hasta las 12:00 p.m., es decir que podrán abrir hasta la 1:00 de la mañana.

Se instalarán 450 nuevas cámaras de seguridad en toda la ciudad y se fortalecerá el fondo de recompensas.












lunes, 24 de agosto de 2009

'Discurso de Chávez es insultante y de abierta intervención en política colombiana': Luis A. Hoyos

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Foto: Efe

El presidente venezolano, que ayer recorrió una parte de los llanos a caballo, le pidió a los colombianos no caer "en la trampa" y unirse a él "para hacer la patria grande de Bolívar, la Gran Colombia".

Así respondió el embajador de Colombia ante la OEA, en declaraciones a EL TIEMPO, a la insinuación del Presidente de Venezuela en torno que su "palabra" sea "oída" en el país.


Luis Alfonso Hoyos leyó un comunicado donde señala que "el Gobierno nacional repelerá todas las acciones del proyecto expansionista en Colombia, ratificado hoy públicamente por el presidente Hugo Chávez".

Agrega la nota: "De ninguna manera se puede tolerar que se insulte a los colombianos de bien", agrega la nota.

"
Además de ser insultante (el discurso de Chávez), es grosero, está hablando de una abierta intervención en la política de Colombia", le dijo anoche Hoyos a EL TIEMPO.

En su intervención en el programa Aló Presidente, Chávez pidió acciones para que sus mensajes y planteamientos lleguen al pueblo colombiano.

El P
residente venezolano también dijo que le "consta" que su homólogo colombiano Álvaro Uribe quiere "impedir que el chavismo llegue a Colombia".

"La burguesía colombiana no quiere que esta palabra mía llegue al pueblo, tiene miedo de que la palabra de Chávez sea oída por el pueblo de Colombia (...) Por eso nos satanizan tanto", agregó.

Chávez le ordenó a su ministra de Información, Blanca Eckhout, hacer "todo lo necesario" para que sus planteamientos se difundan en Colombia. Y para lograrlo propuso "utilizar a nuestros amigos y aliados en Colombia, que son muchos".

"¡Pueblo colombiano, no caigas en la trampa, únete a nosotros para hacer la patria grande de Bolívar, la Gran Colombia!", finalizó Chávez.

Chávez señaló que se trata de elaborar un "plan político" que permita la unión de las fuerzas que buscan la liberación de Estados Unidos y la consolidación de la independencia y la dignidad latinoamericanas.

Chávez explicó que si no se ha hecho hasta ahora un mayor esfuerzo en ese sentido es porque cualquier iniciativa se vincula con apoyo a la guerrilla o con nexos con el narcotráfico.

Investigar empresas

Pero además, Chávez arremetió contra Colombia y ordenó "investigar las empresas colombianas en Venezuela", para determinar si sus capitales provienen, en alguna medida, del narcotráfico.

"Buena parte de los ingresos de la economía de Colombia dependen del narcotráfico, y aquí viene mucho capital colombiano a lavarse", dijo Chávez.

"He mandado investigar a todas las empresas colombianas en Venezuela, para ver de dónde vienen esos capitales, para ver si enmascaran capitales de dudosa procedencia. No es que todos sean malos, pero buena parte de esos capitales están contaminados", argumentó Chávez.

Cerca de 300 empresas colombianas tienen inversiones en Venezuela. Según cifras del Banco de la República, la inversión colombiana nueva en Venezuela ascendió, en el 2008, a 4,7 millones de dólares.

Chávez, quien aseguró que Estados Unidos "es un narcoestado y Colombia también lo es", no perdió la oportunidad para criticar el acuerdo de cooperación militar entre los dos países, que entrará en vigencia en los próximos meses.

Aludiendo a un documento supuestamente redactado por el "comando de movilidad aérea" de las Fuerzas Militares de E.U.,

Chávez aseguró que "los militares gringos estarán autorizados a operar en cualquier parte de Colombia". Y dijo que llevará el documento a la cumbre extraordinaria de la Unasur en Bariloche, Argentina -este 28 de agosto-, para desmontar "las mentiras" del Gobierno colombiano.

Según el mandatario, la intención de Washington consiste en "cercar" a Venezuela para, en última instancia, controlar tanto "la faja (petrolífera) del Orinoco", donde se halla una importante reserva de hidrocarburos, como las reservas hídricas amazónicas.

El canciller Jaime Bermúdez afirmó en entrevista publicada ayer por el diario chileno El Mercurio que "vamos a la reunión de Bariloche para hablar de todos los temas, no sólo del acuerdo con E.U.".

Con información de AFP y Efe

lunes, 17 de agosto de 2009

Las mentiras de Chávez

De Hugo Chávez se pueden decir muchas cosas, pero no se puede negar que es un genio de la comunicación y extraordinariamente carismático. En la cumbre de Unasur la semana pasada fue el protagonista. Su astucia, su calor humano y su chequera lo han convertido en el líder de la región. Antes de la llegada de Chávez al escenario los jefes de Estado se referían los unos a los otros como "señor Presidente". Hoy todos parecen una familia y las cumbres se han convertido en una reunión de primos que se llaman los unos a los otros por los nombres: Cristina, Rafael, Hugo, Evo. Muchos de los primos son de izquierda y los que no lo son le tienen tanto cariño al primo mayor, que le siguen la corriente o, por lo menos, no lo contradicen. La oveja negra de esa familia es Álvaro Uribe Vélez, que es un 'nerd', juicioso, sin sentido del humor y que en lugar de la frescura y el carisma tropical de los otros, es más serio y tiene una posición ideológica antagónica de la de sus primos revolucionarios.

Lo que sorprende de esta descripción es que la preeminencia de Chávez se haya podido mantener después de la revelación de hechos gravísimos que en épocas anteriores lo habrían convertido en la oveja negra. El 'comandante' es tan hábil, que ha logrado generar dudas sobre su complicidad con las Farc. Correa, Evo Morales y Daniel Ortega sin duda alguna le tienen simpatía y hasta solidaridad a esa organización guerrillera y no la consideran terrorista. Pero no tienen una complicidad tan evidente. Sus pecados pueden ser más por omisión que por acción, cosa que no ocurre en el caso de Chávez.

En su ofensiva mediática de la semana pasada, Chávez desplegó toda su brillantez como comunicador ante Vicky Dávila y posteriormente en La W radio y en El Tiempo. El objetivo principal de esas entrevistas era desvirtuar el tema de los lanzacohetes AT-4 que podían haber sido entregados por su gobierno a la guerrilla. Lo que es increíble es que casi todo lo que dijo sobre ese tema era falso.

Mentiras y cohetes
Uno de los primeros argumentos de Chávez presentado el pasado 5 de mayo durante una rueda de prensa en el Palacio de Miraflores era que los lanzacohetes encontrados en un campamento de las Farc el año pasado habían sido robados en 1995 por la guerrilla en ataque a una base de la infantería de marina venezolana en Cararabo, en el estado fronterizo de Apure. Sin embargo, tres días más tarde, durante la entrevista con Vicky Dávila, la periodista le hizo caer en la cuenta al mandatario de que el ataque al que se refería había sido efectuado por el ELN y no por las Farc. Chávez no pudo explicar por qué si quienes robaron los lanzacohetes eran guerrilleros del ELN, esos artefactos acabaron en poder de las Farc.

Otro de los argumentos que no cuadran en las explicaciones de Chávez tiene que ver con el número de lanzacohetes perdidos. El Presidente venezolano mostró a la prensa un documento con la relación de las armas robadas durante el ataque de 1995, entre las cuales, según él, estaban cinco rockets robados por la guerrilla. Esa afirmación tampoco es verdad. En algunos medios de comunicación venezolanos varios ex militares, políticos y funcionarios judiciales que hicieron la investigación por el ataque a la base en 1995 coinciden en afirmar que en ese lugar no había lanzacohetes. Uno de ellos fue el vicealmirante retirado de la armada venezolana Carlos Ramos, quien en declaraciones al diario El Nacional, de Caracas, afirmó que "en ese destacamento no había AT-4. Los irregulares se llevaron fusiles y municiones, pero no más. En esa clase de puesto militar, un armamento de ese tipo no es útil". Lo mismo dijo el general venezolano Gonzalo García, quien fue uno de los primeros en llegar a la base atacada por el ELN hace 14 años: "Allí sólo se encontraron ametralladoras, fusiles y un lanzacohetes similar al AT-4 denominado Carl Gustav". Al quedar claro que fue el ELN y no las Farc las que realizaron el ataque, y que no había lanzacohetes en el lugar, la versión de Chávez queda desvirtuada.

Pero estos no son los únicos argumentos que evidenciarían mentiras, ni los más comprometedores. Durante la rueda de prensa y en las diferentes entrevistas de Chávez en las últimas semanas, siempre afirmó que los lanzacohetes encontrados a las Farc eran unos artefactos obsoletos, inservibles y básicamente unos tubos viejos. Esto es otra falsedad. El 25 de septiembre del año pasado el ministro del Interior venezolano, Tareck El Aissami, convocó una rueda de prensa en Caracas en donde mostró un lanzacohetes AT-4, idéntico al encontrado a las Farc, con el cual supuestamente se iba a realizar un atentado contra el presidente Chávez. En ese momento, hace menos de un año, las autoridades venezolanas explicaron con lujo de detalles el gran poder destructivo y el alto peligro de ese tipo de lanzacohetes. Resulta curioso, por decir lo menos, que esos mismos rockets que fueron considerados por los propios venezolanos como muy efectivos cuando el supuesto atentado es contra Chávez, acaban siendo inservibles y chatarra cuando aparecen en manos de las Farc.

Además de esta contradicción del propio gobierno venezolano, desafía la lógica creer que una guerrilla experimentada como la de 'Tirofijo' y 'Jojoy' tenga a sus hombres cargando durante 14 años en la selva y al rayo del sol unos tubos inservibles.

Los otros 'rockets'
Pero esto no es lo más grave. Hasta ahora Chávez ha asegurado que son cinco los lanzacohetes supuestamente robados en la base fluvial de Cararabo. Pero la realidad es que la cifra de estos artefactos en poder de las Farc que hasta ahora se ha encontrado por las autoridades colombianas es de siete (ver fotos). Y lo peor es que, aunque Chávez afirma que son obsoletos, esos lanzacohetes ya han sido utilizados por las Farc en territorio colombiano. Y lo más increíble es que uno de estos fue disparado ni más ni menos que contra el avión del presidente Álvaro Uribe.

Esto ocurrió el 21 de octubre de 2003, cuando guerrilleros de las Farc dispararon un rocket que cayó cerca de los hangares de la base militar de Catam en Bogotá, poco antes que aterrizara el avión con el presidente Uribe. La reacción de las autoridades impidió que un segundo artefacto fuera disparado desde una casa cerca de la pista, pero el lanzacohete fue incautado por las autoridades. Ese atentado fue registrado en su momento por los medios de comunicación, pero no se conoció inmediatamente el origen de las armas. Posteriormente, los números de serie de los artefactos decomisados fueron enviados a la Interpol y a la Agencia contra el Alcohol, Tabaco, Armas de fuego y Explosivos (ATF) de Estados Unidos para identificar su origen. Las investigaciones de las autoridades internacionales permitieron establecer que los que habían sido utilizados en el atentado contra Uribe eran AT-4 de fabricación sueca vendidos al Ejército de Venezuela.

En mayo de ese mismo año, 2003, las autoridades ya habían incautado en una vereda del Guamo, Tolima, otros dos lanzacohetes que estaban en poder de la columna Teófilo Forero. Los números de serie de esos rockets también fueron enviados a autoridades internacionales y también resultaron ser AT-4 pertenecientes al mismo lote del atentado contra el avión presidencial. Ese lote es el mismo de los tres lanzacohetes que dieron origen al conflicto actual entre Colombia y Venezuela.

Aunque en 2004 ya las autoridades colombianas sabían que esos primeros cuatro lanzacohetes habían sido vendidos por Suecia a Venezuela, en ese momento no había certeza sobre la forma como habían terminado en manos de las Farc, razón por la cual el gobierno nacional optó por guardar un prudente silencio. No obstante, en marzo del año pasado, después del bombardeo al campamento de 'Raúl Reyes', aparecieron comprometedores correos electrónicos hallados en su PC los cuales empezaron a dar preocupantes indicios sobre la entrega de armas por parte del gobierno de Chávez a la guerrilla.

Una de las comunicaciones más comprometedoras es del 4 de enero de 2007. 'Iván Márquez' le envió un correo electrónico a 'Reyes' y otros miembros del Secretariado en el cual les da un reporte con varios puntos. "Como estaba previsto, el 3 de enero me reuní con los generales (Cliver) Alcalá y (Hugo) Carvajal (ambos generales venezolanos), hablamos de tres aspectos del plan estratégico: finanzas, armas y política de fronteras. Nos van a hacer llegar la próxima semana 20 bazucas de gran potencia, según ellos, de las cuales 10 serían para Timo (Timochenko) y 10 para acá. Alcalá sugirió que fuera una cantidad mayor". Pocos días después de esa comunicación, el 20 de enero de 2007, 'Márquez' envió un nuevo correo dirigido a 'Tirofijo' y al Secretariado. Allí les confirmó, entre otras cosas, que "los aparatos que hemos recibido con Timo son cohetes antitanque de 85 mm., dos tubos y 21 cargas. El amigo dice que tienen más de 1.000 cargas y que próximamente nos hará llegar otras más, así como algunos tubos". 'Márquez' afirma en su comunicación que los venezolanos "de nuevo plantearon la posibilidad de aprovechar las compras de armas de Venezuela a Rusia para incluir unos contenedores con destino a Farc. Sin asentir ni negar dijeron que no debería ser de la misma característica del material que están importando". En otras palabras, los generales de Chávez les ofrecieron a las Farc camuflar su armamento con el del gobierno venezolano.

Estos, entre muchos otros correos, alertaron a las autoridades colombianas sobre la posibilidad de que al menos dos de los generales más cercanos a Chávez estuvieran entregando armas a las Farc. Las alarmas se dispararon en octubre del año pasado cuando el Ejército encontró los tres lanzacohetes en el campamento de las Farc, los cuales coinciden con las características de los descritos en los correos de 'Iván Márquez'. A mediados de este año, el gobierno de Suecia confirmó a Colombia que esos lanzacohetes habían sido vendidos al Ejército de Venezuela. Con esta verificación Colombia entregó en junio pasado al gobierno de Chávez la información y solicitó las explicaciones del caso. Lo mismo hizo el gobierno sueco sin obtener ninguna respuesta oficial por parte de Chávez, quien se ha limitado a dar entrevistas a medios de comunicación repletas de desinformación sobre el tema.

Como si todo lo anterior fuera poco, hace tres semanas el diario estadounidense The New York Times registró en un artículo publicado en la primera página cómo después de haber sido pillado en el computador de 'Reyes' entregándoles equipo militar a las Farc, el Presidente de Venezuela había seguido con la intención de armar a esa guerrilla. De acuerdo con lo revelado por ese diario, funcionarios de ese país "apoyaron en territorio venezolano a los miembros de la guerrilla en negociaciones de armas y les expidieron documentos de identidad para que se movieran de un sitio a otro".

Dice el Times que la información revelada proviene "de un material de computador incautado a los rebeldes hace algunos meses y que está siendo analizado por agencias de inteligencia occidentales". El prestigioso diario afirma que tuvo acceso a comunicaciones entre miembros del Secretariado, entre ellos un mensaje de 'Iván Márquez' en el que se "describe el plan de las Farc de comprar en Venezuela misiles tierra-aire, rifles para francotiradores, y radios".

El artículo de Times afirma que la negociación, tal como escribió 'Márquez', contaba con la ayuda del entonces director de la Policía de Inteligencia venezolana, el general Henry Rangel Silva. Otro alto funcionario venezolano que supo de la compra de armas que se pensaba llevar a cabo, según el diario, "cerca del Río Negro en el estado de Amazonas", era el ex ministro del Interior venezolano Ramón Rodríguez Chacín.

Es totalmente escandaloso que un ex ministro de Chávez, su jefe de inteligencia y dos de sus más cercanos generales estén comprometidos en el proyecto de armar a la guerrilla colombiana. Pero tal vez más desconcertante es que con un acervo probatorio de esa magnitud, se haya logrado confundir a la opinión internacional.

Es difícil establecer si Hugo Chávez es un cínico o un mitómano. Cínico es el que miente con tal convicción que no se le nota. Mitómano es que el que se cree sus propias mentiras. Sea cual sea el rasgo dominante de su personalidad, lo que es increíble es que los que están en el banquillo en este momento son Álvaro Uribe y Colombia.

Tomado de Revista Semana. (http://www.semana.com/noticias-nacion/mentiras-chavez/127454.aspx)